A Ibai Llanos no le vale con tener cerca de 60 millones de seguidores en redes. Sus retos personales incluyen llenar el Estadio Santiago Bernabéu, lograr la mayor asistencia de la historia de España en una velada de boxeo o volver a romper las redes sociales con una emisión en vivo de millones de usuarios gracias a su espectáculo La Velada del Año.
“Te mentiría si te dijera que no estoy muy nervioso. Esta última semana me he puesto muy nervioso”, destaca a EFE Ibai (Bilbao,1995) que en esta cuarta edición de La Velada del Año logró colgar el cartel de entradas agotadas apenas dos horas después de ponerlas a la venta en abril y tras el primer combate de La Velada, logró batir un nuevo récord con su directo en redes.
Este nivel de expectación solo lo han logrado en el estadio Bernabéu estrellas mundiales como Taylor Swift: “Da impresión. Un poco de vértigo. Tienes la responsabilidad de que la gente se lo pase bien, que es a lo que nos dedicamos. Y siento mucho orgullo también. Hace años cuando era joven era inimaginable”.
El streamer y creador de contenidos ha logrado lo impensable, no solo romper la barrera entre el mundo del entretenimiento virtual y el real, sino además fusionarlos con una apuesta personal que ha resultado un éxito y que empezó como una broma con el apoyo de sus cerca de sus millones de seguidores en redes sociales.
“La Velada del Año es un evento de boxeo organizado por creadores de contenido (en internet). Gente que se dedica a Youtube y a hacer tweets, y que empezó como una broma hace 3 años”, destaca Ibai.
La cuarta edición ha logrado conectar a más de 3,5 millones de dispositivos únicos en su directo en Twitch, plataforma de streaming estadounidense propiedad de Amazon, con lo que logró el récord histórico mundial que ostentaba, precisamente, la tercera edición de su Velada.
El lleno en el Bernabéu, con cerca de 80.000 localidades vendidas, superó también en número de asistentes a cualquier evento pugilístico en España.
Cifras de asistentes que lo sitúan por delante del combate entre Paulino Uzcudun y Primo Carnera en el año 1930 en el Estadio Olímpico de Montjuïc en Barcelona en el que se congregaron 70.000 personas, las mismas que ocuparon el estado del Atlético de Madrid, el Wanda Metropolitano, para acoger la tercera edición de La Velada del Año.
Muchos de los aficionados son menores acompañados por sus padres que no han dudado en venir desde todos los puntos de España e incluso de Latinoamérica para asistir al evento.
”Lo que me gusta más de la Velada del Año es estar todos viviendo, sintiendo lo mismo, ver a los streamers y estar aquí con toda la gente por los conciertos y aunque sea boxeo, que se hace algo raro. No me gusta el boxeo pero por ellos si que lo he seguido”, asegura a EFE Violeta, de 15 años, que viene a Madrid desde Huelva acompañada de su madre.
“Vengo por acompañarla, porque aunque no sigo a los streamers sí los veo en la tele con ella”, destaca por su parte su madre, Eli, de 43 años, que reflexiona sobre la forma en la que ha cambiado el entretenimiento: “Me parece que los chavales se lo están currando mucho. No veo bien que pasen tanto tiempo con las pantallas pero la verdad es que en la tele cada vez hay menos cosas para los chavales”.
La Velada de este sábado es un evento de siete horas de duración en la que se alternan combates de boxeo con streamers y actuaciones musicales de estrellas del escenario como Will Smith, David Bisbal, Paulo Londra, Bizarrap, Nicky Jam o Julieta Venegas.
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- En total, los combates amateur, que los participantes preparan a conciencia durante meses y comparten en vivo en sus canales, enfrentan a 22 streamers españoles y latinoamericanos en 6 peleas, algunas de boxeo tradicional y otras diferentes como un dos contra dos con cuatro boxeadoras e incluso un rey de la pista con 10 participantes.
- Un público entregado con cada combate, cada actuación. Ya desde horas antes de que abriera las puertas el Bernabéu se podía sentir la emoción por ver a estos nuevos ídolos de masas, streamers que cada día comparten su vida con millones de personas, en una nueva forma de entretenimiento que ha llegado para quedarse.