Eugenio Cedeño es un veterano diputado que se considera a sí mismo y a sus colegas como “príncipes”. Con un historial de machismo, asegura que los hombres tienen el poder sobre las mujeres.
Ha completado cuatro mandatos como representante de La Romana y ha pasado por el Congreso Nacional sin presentar propuestas de cambio significativas. Actualmente, está en el centro de la controversia debido a sus posturas misóginas, que no son nuevas. Sin embargo, sus comentarios inapropiados han agotado la paciencia del público, que ha dicho ‘basta’ tras realizarlos en un momento inoportuno.
El tema con Cedeño es que sigue en el Congreso Nacional por cuarta vez, gracias al respaldo de su partido y a un electorado que lo elige, pese a sus opiniones radicales. Si un partido lo detuviera en el proceso interno por no cumplir normas básicas de civismo y si el electorado no lo eligiera, no habría un Eugenio Cedeño diciendo barbaridades en la sede del Congreso.
El mensaje es claro: los partidos deben seleccionar mejor a sus candidatos y los electores deben ser más juiciosos al escoger a nuestros representantes.