Soy seguidor del profesor de historia Allan Lichtman de la American University en Washington D.C., quien ganó notoriedad por desarrollar el modelo de predicción conocido como «Las Claves para la Casa Blanca» (The Keys to the White House), el cual ha sido notablemente preciso en predecir las elecciones presidenciales en los EE.UU.
El modelo se fundamenta en la teoría que las elecciones presidenciales son un referéndum sobre el desempeño del partido en el poder. No se basa en encuestas o datos de votación actuales, ni considera que hay una relación predictiva entre los debates y los resultados electorales. Se basa en la evaluación objetiva de la administración y el contexto político, social y económico, evitando centrarse en las campañas electorales especificas o la retórica. En esencia, las claves de Lichtman se evalúan como positivas o negativas (verdaderas o falsas) en función de la situación actual del partido que ocupa la Casa Blanca. Si seis o más de estas afirmaciones son negativas (falsas), el partido en el poder pierde la elección; si cinco o menos son negativas (falsas), el partido en el poder gana.
En las últimas elecciones ha acertado todas sus predicciones:
-1984: Predijo la reelección de Ronald Reagan.
-1988: Predijo la victoria de George H.W. Bush.
-1992: Predijo la victoria de Bill Clinton sobre George H.W. Bush.
-1996: Predijo la reelección de Bill Clinton.
-2000: Predijo que el partido en el poder (Demócratas) ganaría por escaso margen, en efecto Al Gore ganó por votos populares pero en los Tribunales perdió de George W. Bush a través de los Colegios Electorales.
-2004: Predijo la reelección de George W. Bush.
-2008: Predijo la victoria de Barack Obama.
-2012: Predijo la reelección de Barack Obama.
-2016: Predijo la victoria de Donald Trump sobre Hillary Clinton.
-2020: Predijo la victoria de Joe Biden sobre Donald Trump.
Una breve explicación de las claves de Allan Lichtman:
1. Mandato del Partido: Si el partido actualmente en el poder ha ganado más escaños en la última elección de la Cámara de Representantes que en la elección anterior.
2. Primarias sin competencia: Si no hay una seria competencia interna dentro del partido incumbente para la nominación presidencial.
3. Candidato incumbente: Si el actual presidente se postula para la reelección.
4. Tercer partido: Si no hay un tercer partido significativo o candidato independiente que compita en la elección.
5. Economía a corto plazo: Si la economía no está en recesión durante la campaña electoral.
6. Economía a largo plazo: Si el crecimiento económico real per cápita durante el mandato no es inferior al crecimiento medio durante los dos mandatos anteriores.
7. Cambios en la política: Si la administración actual ha logrado importantes cambios en la política nacional.
8. Malestar social: Si no hay malestar social sostenido durante el mandato.
9. Escándalos: Si la administración no está contaminada por grandes escándalos.
10. Fracaso en política exterior/militar: Si la administración no ha sufrido grandes fracasos en política exterior o militar.
11. Éxito en política exterior/militar: Si la administración ha logrado éxitos importantes en política exterior o militar.
12. Carisma del candidato incumbente: Si el candidato del partido en el poder es carismático o un héroe nacional.
13. Carisma del candidato opositor: Si el candidato del partido desafiante no es carismático o un héroe nacional.
Estas claves son preguntas de análisis objetivo con respuestas positiva o negativa (es decir, de verdadero o falso). Para el partido gobernante ganar la reelección debe tener un mínimo de 8 positivos. O no más de 5 negativos.
Según Lichtman, en base a estos patrones históricos, Biden actualmente lidera en 9 de las 13 claves. Por eso se opone con vehemencia a su sustitución. Estos factores incluyen ser el presidente en funciones, la ausencia de un opositor serio dentro de su partido, la falta de un escándalo significativo y un desempeño económico sólido bajo su administración. Destacando los logros políticos de Biden y el fracaso de los republicanos en atribuirle algún escándalo importante.
Sin embargo, la situación es compleja, fluida, con incertidumbres sobre posibles opositores e incluso, recientemente, cuestionamientos internos y externos por la mala presentación de Biden en el primer debate, incluyendo editoriales en el The New York Times, así como disturbios sociales en curso y complejas cuestiones de política exterior. Por ello, una predicción definitiva más cerca de la fecha de las elecciones es lo prudente.