El presidente Luis Abinader ha insistido en su plan de reforma constitucional y lo ha hecho con un mensaje claro de que su intención es ponerle un candado a la reelección y garantizar la independencia del Ministerio Público.
A pesar de la claridad que ha expresado el presidente en torno a su modificación constitucional, lo cierto es que diversos sectores han comenzado a impulsar que se aproveche el ejercicio para cambiar otros aspectos de la Carta Magna, lo cual no parece estar en la agenda presidencial.
En la discusión pública se ha pedido que se trabaje en la unificación de las elecciones, en limitar el número de legisladores, en evaluar la posibilidad de un Congreso unicameral, entre otros puntos muy sensitivos.
Hay que tener cuidado de caer en la tentación de maltratar la Constitución de la República Dominicana en un ejercicio apresurado y repleto de presiones.
La intención de Abinader de limitar la intervención constitucional a esos dos puntos parece ser lo más conveniente, para que no acabemos sumidos en una reforma profunda que en este momento parece ser innecesaria.