La artista visual y docente Gina Rodríguez se sale del marco, en sentido literal de la palabra, en su nueva exposición «Invisible.
La muestra, que abrió al público en el primer nivel del Museo de Arte Moderno el 12 de junio y continuará hasta el 4 de agosto, es un deleite visual.
La maestra por larga data en la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma de Santo Domingo presenta en «Invisible» piezas de relieve, en su gran mayoría, que se salen del marco convencional utilizando materiales como la madera, arena, caracola, libros y objetos.
Gina lo utiliza todo y en cuadros que cuentan una historia. «Trabajé con polvo de mármol, barro, con madera y mucho más», expresa la protagonista de la muestra a Diario Libre.
Ella define «Invisible«, un conjunto de cuadros e instalaciones que llevaba creando desde hace cinco años, como «el poder que no está visible».
«Todo el poder que existe uno no lo puede captar por los sentidos, porque los sentidos nos engañan, solamente la fuerza interior tiene el poder de hacerlo notar y vibrar», añade.
“El patio del tiempo” y «Un corazón tendido al sol» son de los cuadros donde el concepto sobresale. Creado en técnica mixta los pies quedan y corazón en una caja quedan tallados provocando un dialogo con el espectador.
Trayectoria
Gina Rodríguez ha sido docente de larga data de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Su obra artística está sellada por la creatividad, la búsqueda y el desafío. «Un universo artístico de sensibilidad estética, provocador de lenguajes polisémicos, en un dialogo permanente de reflexión entre la condición humana y la identidad caribeña, esa fuerza creadora ineludible que penetra en el corazón del espectador para hacer visible lo invisible, la energía espiritual y matérica de los misterios del arte».
El crítico de arte Ramón Henríquez Molina destaca que Gina Rodríguez deja salir la flor interior.
«Mirar toda la obra de Gina Rodríguez es un campo de resucitación infinita donde nuestras miradas florecen y nuestros corazones reencarnan sublimados en un mundo místico que solo su arte puede. Felices y renovados por asistir en estreno de ópera prima al surgimiento de un prodigio invisible que desborda el alma como flor interior».
Rodríguez es egresada de historia del arte contemporáneo. Estudió en la escuela del Louvre en París, Francia; y Bellas Artes e ilustración en la Escuela de diseño de Altos de Chavón, en La Romana.
Entre las exposiciones individuales de la artista en su trayectoria se encuentran “Testimonio”, en la embajada de Francia; “Ojos de bolero’, en el Centro Cultural de España; “Al interior de las presencias” en la Casa de Bastidas y “En el color del arte buscando la vida: Ateneo Amantes de la luz”.