El objetivo principal de la fundación de Naciones Unidas, ocurrida el 24 de octubre de 1945, fue fomentar la cooperación entre países para mantener la paz y la seguridad mundiales. Este objetivo surgió como respuesta a la devastación de la Segunda Guerra Mundial, buscando evitar futuros conflictos de igual magnitud y promover un sistema de cooperación que garantizara la estabilidad global.
También era un objetivo importante mantener la paz y para ello la organización actuaría como mediador imparcial proporcionando un foro para la resolución pacífica de disputas entre países.
Se buscaba que los países trabajaran juntos en espíritu de amistad y cooperación para que unos a otros se ayudaran mutuamente a conseguir el desarrollo económico. Hoy lo que se busca es el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza.
Naciones Unidas ha sido incapaz de evitar las guerras entre países ni la venta de armas de parte de un gobierno a otro en pleno conflicto armado.
Ahora más que nunca hace falta retomar la Carta de la Paz a la ONU, una iniciativa nacida en Barcelona, España, en 1989.
El ideólogo de esta carta que ha dado la vuelta al mundo fue Alfredo Rubio de Castarlenas, médico. A los veintiocho años ingresó a un centro de vocaciones tardías en Salamanca para ordenarse, sacerdote católico lo que hizo efectivo en Roma el 19 de marzo de 1953.
Entre 1956 y 1958 recorrió varios países de Hispanoamérica. En Hermosillo, México, en 1981 fue madurando su pensamiento filosófico, resumido en su fórmula Realismo Existencial, que es en esencia una superación positiva del existencialismo que produce esperanza mediante la asunción. del pasado (la posibilidad de no haber sido).
Alfredo Rubio sentó las bases para una antropología de la paz, la cual materializó en la Carta de la Paz dirigida a la ONU. El documento fue presentado por primera vez en 1993, en la ciudad de Barcelona y luego se difundió por el mundo.
En nuestro país, la Carta de la Paz dirigida a la ONU fue presentada por primera vez en noviembre de 1993 en la Casa de Bastidas con la presencia del maestro Rubio, el embajador de España, monseñor Ramón de la Rosa, Anna María Olle, Freddy Ginebra, y otras personalidades y público en general.
Se han hecho tres entregas de miles de firmas a la Secretaría General de las Naciones Unidas.
La primera entrega, en 1996, fue recibida por el señor Boutros-Boutros-Ghali, en ese momento secretario general.
Les dejo algunos párrafos de la Carta de la Paz a las Naciones Unidas. Quizás algún día algún delegado la presenta a la asamblea general, y la acogen oficialmente.
“La mayoría de las personas desea en lo más profundo de su ser la paz. Sin embargo, son patentes las trágicas y continuas quiebras de la paz entre los distintos pueblos del mundo.
“Los contemporáneos no tenemos ninguna culpa de los males acaecidos en la Historia, por la sencilla razón de que no existíamos.
“¿Por qué pues, debemos tener y alimentar resentimientos unos contra otros sino tenemos ninguna responsabilidad de lo acontecido en la Historia?
“La sorpresa de existir facilitará que los presentes nos esforcemos con alegría para arreglar las consecuencias actuales de los males anteriores a nosotros.” b