Los cimientos de Hollywood como la capital del cine y los ideales estadounidenses perpetuados en sus películas de la época dorada fueron creados en su mayoría por la comunidad judía en Estados Unidos. Así lo reivindica la Academia en su exposición ‘Hollywoodland’, que recupera ese pasado olvidado.
La que ahora es la primera muestra permanente de su museo, inaugurado en 2021, mantiene que Hollywood se consagró como la capital mundial cinematográfica gracias a la comunidad de inmigrantes judíos y pese a las adversidades del creciente antisemitismo de principios del siglo XX.
«La historia de Hollywood es una historia de emigrantes, de imaginación, ingenio y superación de obstáculos basados en la persecución religiosa y étnica. Es una historia de judíos«, dice Ben Mankiewicz, el narrador de un cortometraje inédito que forma parte de esta exposición que abre sus puertas al público el domingo.
La muestra inmersiva recorre la historia de los grandes estudios de cine -fundados en su mayoría por judíos– que transformaron la ciudad de Los Ángeles en Hollywood: ese concepto «mitológico» que representa la industria cinematográfica del país.
De grabar en graneros y platós temporales, estudios como la Metro-Goldwyn-Mayer (MGM) primero y posteriormente Paramount crearon la idea de las ciudades-estudio, de donde brotaban películas de gran formato que además inmortalizaron la idea urbanística de estos espacios.
Sin embargo, mientras estas grandes empresas de entretenimiento retrataban las aspiraciones y los valores estadounidenses con filmes como ‘The Wizard of Oz’ o ‘Singin’ in the Rain’, las cabezas creativas y ejecutivas de la «fabrica de los sueños» se veían obligadas a esconder sus orígenes judíos por temor al rechazo y la pérdida de su patrimonio.
La exhibición explica cómo la comunidad judía encontró en el que hasta entonces era un sector olvidado una oportunidad para integrarse en la sociedad, en la que tenían poca cabida personas de color, inmigrantes o con creencias religiosas distintas.
«El objetivo es mostrar el inexplicable encaje de estas historias«, expresó la comisaria de la exhibición, Dara Jaffe, en una presentación a los medios previa a la inauguración.
A través de un mapa de sobre mesa animado, que se complementa con una gran pantalla, los asistentes podrán ver la transformación geográfica del espacio que en el pasado fue el territorio que habitaban las tribus Tongva y que ahora es conocido como la meca del cine.
En paneles informativos encontrarán datos fundacionales de las llamadas «majors» (Universal, Fox, Paramount, United Artists, Warner Bros., Columbia, MGM y RKO) y de sus creadores, como el alemán Carl Laemmle en el caso de la primera, conocido también por desafiar al monopolio de Thomas Edison sobre las películas, o Louis B. Mayer de MGM, quien en un acto «patriótico» cambió su fecha de nacimiento al 4 de julio.
También conocerán anécdotas como el apodo que recibió el estudio fundado por Jack y Harry Cohn y Joe Brandt: Cohn-Brandt-Cohn, al que su competencia llamaba «Corned Beef and Cabbage» (carne enlatada y col, en español), que lo llevaron a cambiar el nombre a Columbia Pictures en 1924.
La exhibición brinda además un espacio para la crítica al señalar que la que es considerada como la época dorada del cine estadounidense, entre la década de los años 20 y la de los 50, también fue un periodo de control opresivo de parte de los grandes estudios.
Estos acaparaban la producción, distribución y exhibición de filmes y mantenían a sus artistas bajo el star-system, el sistema de contrataciones de exclusividad que limitaba sus oportunidades laborales y artísticas.