¿Qué sucede cuándo un director toma el material sobrante de su carrera cinematográfica y filma una nueva película? El director chino Jia Zhang-Ke quiso probarlo con «Caught by the tides«, presentada este sábado en competición en Cannes.
«Caught by the tides» («Atrapados por las mareas») narra una historia de amor frustrada durante 25 años, pero es una excusa para reflexionar sobre el cine, el paso del tiempo y los profundos cambios que ha experimentado China.
El largometraje compite por la Palma de Oro, que será revelada el próximo 25 de mayo.
De la mano de su musa y esposa Zhao Tao, Jia Zhang-Ke, de 53 años, utiliza material que ha ido rodando durante más de dos décadas de exploración de su vasto país para ilustrar esta historia, parca en diálogos y abundante de largos planos.
La historia arranca a principios de los años 2000 en la ciudad de Datong, en el norte de China, donde Qiao Qiao (Zhao Tao) y Guao Bin (Li Zhubin) se conocen y se enamoran.
Él decide probar suerte en otra parte del país y ella lo espera, y luego lo busca.
Pero China está cambiando dramáticamente, y ella no obtiene respuesta. En la región de las Tres Gargantas se construye una gigantesca presa, y la cámara se traslada a esa parte del país.
El tiempo pesa y pasa en esa relación imposible, hasta que ambos vuelven a reencontrarse en su ciudad natal.
Todos esos lugares fueron escenario de rodaje de películas de Jia, como «Un toque de violencia» (premio al mejor guión en Cannes en 2013) o «Naturaleza muerta» (León de Oro en Venecia en 2006).
Durante la epidemia del covid, cuando no se podía rodar, «decidí revisitar esos materiales para montarlos«, explicó Jia a la AFP.
«Y durante el montaje me di cuenta de repente que debía considerar todas las imágenes que había filmado durante estos últimos veinte años como un posible material» para una historia enteramente nueva.
«Caught by the tides» muestra la transformación física de los actores, que filmaron repetidas veces con Jia, durante veinte años.
«Cuando supe que debía filmar la parte contemporánea, estaba un poco inquieta. Lo que me preocupaba no era el presente, sino mis interpretaciones pasadas. No recordaba cómo lo había hecho», explicó la actriz Zhao Tao.
«Pero al ver mis anteriores fragmentos en la sala de montaje me di cuenta de que mis preocupaciones podían verse disipadas. Desde mis inicios siempre tuve la suerte de colocar al personaje en primer plano», explicó.
«Por una parte esta película representa una retrospectiva y una reconstrucción de mis impresiones pasadas. Y al mismo tiempo, pienso que es un giro inevitable para todos. Tengo la impresión de que el mundo se ha dividido en un antes y un después de los años 2000″, considera el director.
Jia Zhang-Ke dice que siente haber cerrado una etapa con esta película, y ahora quiere rodar una cinta sobre la China de principios del siglo XX.