Los militantes de los partidos tienen un infernal instrumento que los ayuda a destacar en los actos políticos masivos. Se trata de las cornetas animadoras que hacen un estruendoso ruido, con tal intensidad, que ahogan la voz de quienes, con micrófonos en manos, animan las actividades proselitistas.
Las tocan en actos abiertos y cerrados, y son tan demandadas que ya hay vendedores exclusivos de ellas. Por suerte ya queda poco de la campaña, porque si no, muchos quedarían sordos.