A dos semanas y un poquito más para que se celebren las elecciones presidenciales y congresuales, y luego de que se tildara de aburrida la campaña, comenzamos a notar algunos ataques y planteamientos muy subidos de tono que superan lo aceptable.
¿O tiene alguna manera de justificarse que el dos veces presidente Danilo Medina enviara a sus seguidores a usar la violencia el día del sufragio si el oficialismo instala carpas fuera de los centros de votación?
¿Es eso lo que queremos en la República Dominicana, agresiones, disturbios?
Históricamente se ha dicho, y así siempre ha sucedido en nuestro país, que los muertos de campaña se quedan precisamente en eso y nunca hay culpables.
La estabilidad del país debe estar por encima de todo, incluyendo los intereses particulares porque, al final de cuentas, qué nación quiere gobernar político alguno que prefiere ver el mundo arder si las cosas no le convienen.
Es parecida a la campaña contra la credibilidad de la Junta Central Electoral, que no ha cesado ni un segundo desde que el pleno actual fue juramentado para organizar este proceso. ¿Hasta cuándo?