El expediente del llamado Caso Calamar se ha convertido en el secreto mejor guardado en la República Dominicana.
Ni siquiera los abogados de los encartados, viejos y nuevos, han tenido la oportunidad de leer las más de 30,000 páginas de la pieza.
Las especulaciones abundan hasta más no poder, pero no pasan de puras conjeturas.
Sin embargo, el sigilo lleva a pensar que podría haber sorpresas. O que el ministerio público afina el lápiz.