¿Son malas las deudas? En general y, para la gente de a pie, sí: representan un alivio al principio, cuando hace falta una cantidad de dinero mayor al presupuestado en el momento para acceder a algún bien o servicio que se necesita en una determinada circunstancia.
Sin embargo, una vez adquirido, la deuda representa un gasto fijo que compromete la disponibilidad de un capital que pudiera destinarse a otras actividades en el futuro.
Toda persona que maneje cierto conocimiento de finanzas personales estará de acuerdo con que esto no se vuelve un problema si la deuda no compromete la capacidad de pago, y esto solo se logra manteniendo un balance entre el capital pagado y el interés obtenido.
Este mismo concepto aplica para las finanzas públicas. Y es que, aunque la gestión de un hogar es mucho más simple que la de todo un Estado, que la deuda pública acumule intereses significa menos dinero para invertir en obras sociales y satisfacer demandas comunitarias.
De acuerdo al Presupuesto General del Estado, el Gobierno dominicano deberá destinar 263,753.1 millones de pesos únicamente al pago de intereses de las deudas contraídas, un 17.8 % del total de gastos que se estipulan para el 2024. Esto, sin contar 63.7 millones de pesos de la Junta Central Electoral de la partida de intereses de deuda.
Esta cantidad supera más de 10 veces el total presupuestado para los 32 ayuntamientos del país en este año, de 23,998.1 millones de pesos.
Dicho presupuesto representa solo un 7.7 % del gasto total, estipulado en 1,418,686.5 millones de pesos para el 2024.
Más en intereses que en inversión pública
El pago de intereses es incluso un 66.1 % más alto que lo que se destinará en inversión pública para este año, elevándose 174,454.5 millones de pesos por encima de los 89,298.6 millones de pesos para la construcción de obras de bienestar social, tanto provinciales como multiprovinciales.
Así lo detalla el Presupuesto Ciudadano, un documento publicado por la Dirección General de Presupuesto (Digepres) que simplifica, a grandes rasgos, los pormenores del Presupuesto General del Estado, creado a partir de la Ley 80-23.
Esto es significativo en términos del impacto que tendrán estas obras fuera de la provincia de Santo Domingo y el Distrito Nacional, que tradicionalmente concentran la mayor parte del presupuesto para la inversión pública, que este año será de 33,780.4 millones y de 6,359.4 millones de pesos para estas dos demarcaciones, respectivamente.
En Santo Domingo, este dinero será el utilizado, principalmente, para la terminación de la línea 2C del Metro en sus tramos Los Alcarrizos-Luperón, la ampliación del servicio de la línea 1 del Metro, así como la reconstrucción de la infraestructura vial urbana de Santo Domingo Este.
Las obras más importantes por culminar en el Distrito Nacional con el presupuesto estipulado para este año son las reconstrucciones de la infraestructura vial urbana de las circunscripciones 2 y 3, así como la rehabilitación de la zona colonial.
Esto deja apenas 49,158.8 millones de pesos para invertir en el resto de las provincias del país en el 2024.
Obras en otras provincias
- Construcción de 2,000 viviendas en Hato del Yaque, en Santiago.
- Reconstrucción de 26.3 kilómetros de vías en barrios y accesos en Luperón, Puerto Plata.
- Construcción y terminación de centros regionales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo en Santiago Rodríguez, Baní y Monseñor Nouel.
- Construcción del hospital regional del Nordeste en la provincia Duarte, la reparación del hospital en San Pedro de Macorís y la construcción del hospital de Villa Hermosa en La Romana.
- Recuperación de la cobertura vegetal en cuencas hidrográficas de Azua, San Juan, Bahoruco y Barahona.
- Reconstrucción de las infraestructuras viales urbanas en municipios de San Cristóbal, Hato Mayor, Monseñor Nouel, María Trinidad Sánchez, Hermanas Mirabal, Monte Plata, San Pedro de Macorís, Pedernales, San Juan de la Maguana, Bahoruco, San José de Ocoa y La Vega.