El clamor de las familias de los presos en la cárcel La Victoria es más que justificado y las autoridades deben tomar acción inmediata para ofrecerles la información que ellas necesitan.
Muchas familias de los reclusos piden que se les informe sobre el paradero de sus seres queridos, porque desconocen si están muertos debajo de las cenizas o en el Inacif, o simplemente fueron trasladados a otra institución.
Los familiares de los presos no merecen estar en vilo tanto tiempo. Las autoridades deben tener un mecanismo efectivo de comunicación para que se sepa si un recluso está a salvo en otra institución, si está perdido o si se cree que es uno de los fallecidos en el terrible incendio que afectó esa cárcel.
Vemos cómo las madres, padres y hermanos van a diario a los alrededores de La Victoria a buscar datos que no se les ofrecen, lo cual es una desgracia, pues no hay peor situación personal que vivir en la incertidumbre, más si se trata de la vida de seres cercanos. Tomen nota y ordenen la casa, para que pare el sufrimiento y ese sentimiento de vacío que sufren estas personas, que sólo quieren saber si sus familiares viven.