El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) eligió nuestro caluroso invierno para volverse “más cálido e interesante”.
Sesenta y cinco años después de fundado, se procura transformar al Grupo BID en algo “más grande, mejor y más ágil”, distante de esa imagen burocrática de las entidades multilaterales. La idea es acercarse más a la sociedad con prioridades de cara al 2030, anunciadas tras las recientes asambleas de sus gobernadores celebradas en Punta Cana.
La República Dominicana ha contado tradicionalmente con el apoyo vigoroso del BID, que acapara el 55.7 % de nuestra deuda pública multilateral. A enero del 2024, el país le debía 4,185 millones de dólares. Ahora, el Grupo prevé mirar más hacia el sector privado con el aumento de capital de 3,500 millones de dólares. El propósito es una nueva estrategia a través de BID Invest.
La aprobación de 400 millones de dólares más y un modelo de negocio sostenible para BID Lab, apunta a un fortalecimiento de su brazo de innovación y emprendimiento.
Reducir la pobreza y la desigualdad, hacer frente al cambio climático e impulsar el crecimiento regional sostenible son los objetivos de la nueva estrategia del BID. El tiempo corre.