El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, aprovechó el contexto de la reunión del G20 en Brasil, para juntar a varios de los actores que podrían ser determinantes en la búsqueda de una solución en Haití.
Allí, el canciller de Estados Unidos llamó a que se hagan elecciones libres y a que la comunidad internacional por fin dé pasos firmes para enviar una fuerza multinacional que asista a las autoridades haitianas, para devolver así la seguridad a las calles.
Que Blinken haya tomado este foro para forzar una solución al tema haitiano, en medio de la crisis por las guerras en Gaza y Ucrania, es un indicador de que Estados Unidos le pondrá el acelerador a la búsqueda de una solución a los problemas que vive Haití.
La falta de una salida a la desgracia haitiana, motivada en gran parte por la ausencia de un legítimo interés de Estados Unidos de resolverla, podría convertirse en un balón político de cara a las elecciones presidenciales de noviembre próximo, por lo que no sería extraño que la administración Biden intente apuntarse ese triunfo, dada la mala pinta en Ucrania y Gaza.