De las elecciones municipales hay muchas aristas que analizar, una de ellas es el abrumador dominio del partido oficialista, que conquistó 121 de los 158 municipios que se disputaron.
Pero, al mismo tiempo, es necesario tomar en consideración que casi un 48 % de todo aquel con derecho al voto y residente en el país prefirió quedarse en su casa. ¿A qué podemos atribuir esa gran abstención?
Por un lado, podemos decir que todavía el pueblo está votando en castigo al Partido de la Liberación Dominicana, luego de 20 años de dominio.
Pero también podríamos especular que las propuestas eran tan débiles o poco conocidas que la mayoría simplemente decidió no perder su tiempo en las urnas.
El partido de gobierno hizo lo que le tocaba, movió a sus seguidores y dominaron por completo el espectro político.
¿Pero le hace bien a la democracia que, de 8.1 millones de votantes, 4.3 millones decidieran quedarse en sus casas?
Los resultados no pierden valor por la abstención, pero sí nos hace pensar en la necesidad de hacer las cosas mejor, para que la mayoría sí vote.