El debate de nunca terminar… un sistema de salud que no ofrece mucho a los pacientes, a menos que no abran la cartera.
Administradoras de riesgos de salud que le dan mil y una excusas a los pacientes para complicar los procesos de cobertura hasta el cansancio, sin importar si se trata del plan básico del Seguro Familiar de Salud, Complementario o Premium.
Los médicos que no respetan lo que dice la ley y que exigen un copago ilegal de dos, tres, cuatro mil pesos porque no aceptan las condiciones que firmaron con las aseguradoras.
Luego los mismos galenos que, a su vez, son dueños de centros de imágenes, laboratorios y demás y que “revientan” la cobertura de un año en una visita.
Y los hospitales públicos que cuentan con ¿se les puede llamar médicos? que asisten una o dos horas al trabajo público y refieren a sus propias consultas privadas, mientras que 20 años más tarde todavía no funcionan los centros de atención primaria… y todo el mundo sabe por qué.
¿Y los pacientes? A esos o esas nadie los cuida y tienen que lidiar con un sistema ineficiente que no resuelve mucho.