Por alguna razón, algunas autoridades de nuestro país olvidan que estamos en la era de la información, una en la que no hay forma posible de esconder algo que esté sucediendo porque, al final de cuentas, todo lo que pasa debajo del sol sale a relucir, de una u otra manera.
La semana pasada corrió la información de que en el país circulaban unos dulces con cannabis y que algunos niños se habían intoxicado.
Casi de inmediato, el servicio 911 dijo que no era cierto, pero el martes el Consejo Nacional de Drogas se destapa con una alerta y reveló que junto a la DNCD habían incautado decenas de las “gomitas” con la droga en Villa Francisca.
Otro caso que llamó la atención fue el del Puerto de Cabo Rojo. Circuló un vídeo con algunos destrozos por las olas, que originalmente fue declarado como fake news solo para terminar siendo admitido como cierto por los operadores del llamado Port Cabo Rojo.
No es la primera, mucho menos la segunda vez, que se dan versiones contradictorias sobre hechos que muchas veces ya han sido confirmados. En estos tiempos, señores, no hay muchas cosas que se puedan hacer sin que todo el mundo se entere. Es mejor decirlo como es.