En la recta final de la campaña municipal han surgido una serie de movimientos en apoyo a los principales candidatos presidenciales que se han dado a la tarea de hacer convocatorias alegres, haciendo creer que contarán con figuras estelares.
Una vez en el lugar, resulta ser que son los mismos oportunistas de siempre poniéndose donde el capitán los vea.
El método aplicado parece ser un reflejo de lo que se vivirá en la campaña presidencial que iniciará oficialmente en marzo, pero que desde el pasado año está calentando los motores.