Apoyamos las preocupaciones que ha expresado la Sociedad Dominicana de Diarios (SDD), organización de la que somos parte, en torno a la nueva ley que crea la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI).
Si bien se entiende el deseo de ordenar los servicios de inteligencia, como ha ocurrido en otros países, de forma que haya mayor coordinación, no debe aprovecharse esa necesidad para introducir legislación que tenga visos de atentar contra las libertades ciudadanas, pues la experiencia dice que esos recursos tienden a ser mal usados.
La SDD citó los artículos 9, 11 y 26 como ámbitos que impactan la libertad de prensa, además de los derechos a la privacidad y el secreto profesional.
Dar un poder de ese nivel a un concepto tan amplio, y en ocasiones subjetivo, como los asuntos de seguridad nacional, provocan que se levante bandera y que haya preocupación por el alcance de esa ley.
Ordenar los servicios de inteligencia bajo una cabeza única tiene todo el sentido, pero pretender que ese organismo invada las libertades ciudadanas, para nada nos sirve como democracia.