Las relaciones entre República Dominicana y Guyana se fortalecieron en meses pasados con la visita recíproca de los dos presidentes.
Pero no solo se hablaba de política. Guyana invitaba al gobierno dominicano y a empresarios de todos los sectores a presentar proyectos de inversión en infraestructura, turismo, minería, alimentación… El petróleo que desde 2015 explota ha dado un empujón a la economía del pequeño país, cuyo presidente no quiere desaprovechar.
Las acciones de Nicolás Maduro, para “conquistar” El Esequibo, región rica en yacimientos petrolíferos (que ya están siendo explotados por una multinacional) y minerales cambia el escenario y convierte una zona selvática en área de conflicto internacional.
Eso entorpece el ánimo inversor y puede poner en pausa alguno de los proyectos que el gobierno dominicano ya veía encaminado.
Venezuela es un país de grandes riquezas, pero que ha expulsado a más de seis millones de sus ciudadanos por la crisis económica, política y social que ha causado y mantiene el chavismo. Ahora quiere el petróleo de Guyana.