Durante su participación en LA Semanal con la prensa, el presidente Luis Abinader hizo un llamado a un individuo llamado “Kiko la Quema”, para que se entregara a la policía y mencionó que ya uno de sus socios estaba “29”, código policial para decir que había sido muerto por agentes del orden.
Sabemos que una de las principales preocupaciones, sino la mayor, de los dominicanos, es precisamente la seguridad ciudadana.
Y de sobra entendemos que debe buscarse una forma de controlar la delincuencia y proteger a la ciudadanía, víctima consuetudinaria de esos verdugos que violan la ley prácticamente todos los días de sus vidas, teniendo la delincuencia como su principal sustento.
Pero el presidente de la República debe estar por encima de cualquier pasión que pueda generarse por la impotencia ante la delincuencia.
Porque la principal responsabilidad, como ejemplo a seguir, de un mandatario es garantizar el Estado de Derecho de la República Dominicana.
Y, hasta donde tenemos entendido, las muertes extrajudiciales no forman parte de ese Estado de Derecho, que se establece en la Constitución y los diferentes códigos.