Los incidentes ocurridos ayer en la frontera concretamente en las proximidades de la Pirámide 13, deben mover a preocupación, pero también a la máxima cautela.
La valla perimetral que se levanta en la frontera deja un espacio para que el patrullaje en vehículos sea más efectivo, pero es una franja que está claramente dentro del territorio dominicano. Según informaciones oficiales del Palacio Nacional, esta franja de terreno habría movido a la confusión a un grupo de haitianos respecto a los límites fronterizos de ambas naciones.
Es de reconocer que los militares dominicanos manejaron la situación con calma y prudencia sin hacer uso de sus armas. De lo contrario, el incidente internacional estaría servido.
El ejército reforzará su presencia, patrullaje y vigilancia ante lo que ha considerado “una provocación”. Lejos de cerrarse el impasse generado por la construcción de un canal de trasvase del río Dajabón en la parte haitiana, y sin fecha para que llegue la presencia internacional prometida, la situación en la frontera sigue siendo delicada. No dejar provocarse es la siguiente consigna.