La Organización de las Naciones Unidas celebra cada 2 de noviembre el Día internacional para poner fin a la impunidad de los crímenes contra periodistas.
La campaña de este año se centra en “La violencia contra los periodistas, la integridad de las elecciones y el papel del liderazgo público”. No está de más recordar que desde 1993, 1,600 periodistas han sido asesinados por su labor y que el 90 % de los casos queda impune. A esta cifra hay que añadir las violaciones, desapariciones o torturas.
En América Latina la presión y el acoso contra la prensa, contra los medios de información, no han dejado de crecer. En México, los asesinatos no cesan. En Venezuela y Nicaragua la censura, los embargos y estrangulamiento económico hasta que llega la ocupación son la ya la triste normalidad. Periodistas que se exilian huyendo de estos dos países y Cuba son acogidos en otros puntos por organizaciones que luchan por la libertad de expresión.
La prensa en el mundo libre tampoco está exenta de presiones políticas y económicas, espionaje desde los gobiernos. Pero defender a los periodistas es defender la democracia para todos.