Los maestros siguen saliendo mal parados en las investigaciones y evaluaciones que realizan los organismos vinculados al sector educativo. En el 2017 les fue mal en la evaluación de desempeño docente y ahora reprueban también en el uso de las herramientas tecnológicas que se han puesto a su disposición para la enseñanza. La culpa no la podemos cargar solo al maestro. Hay que revisar los planes de estudios con que son formados, pues parece que no dan el resultado esperado.