Las malas lenguas dicen que los números no le dan al alcalde de Los Alcarrizos, Cristian Encarnación, y el hombre ha empezado a llorar desde temprano. Como esa plaza está reservada por el PRM, Encarnación parece que pretendía que lo llevaran en la boleta pese a las consultas y Encarnación ha aplicado al pie de la letra el dicho, “el que tiene la lágrima honda, que empiece a llorar temprano”. El hombre dice que no es lambón de nadie pero… ¿a dónde irá ahora?