Celebrar la salud mental como un derecho humano universal es el lema elegido este año por la OMS para recordar esta semana de octubre un tema que poco a poco encuentra su espacio en la vida diaria. Sacarlo del oscurantismo y los prejuicios y hablar de él es el primer paso.
La epidemia de Covid dejó una estela de desajustes emocionales en diferentes grupos etarios que han sido bien estudiados y sobre los que todavía se trabaja por sus efectos de larga duración.
Pero el lema de este año supera ese ángulo. La salud mental es un derecho humano y como tal es exigible que los servicios de salud pública la garanticen.
La cobertura médica, los internamientos, el seguimiento de los problemas psicológicos y psiquiátricos son un lujo al alcance de pocos. La depresión, la ansiedad, el estrés… son ya tan consustanciales a nuestra sociedad y forma de vida que merecen una atención que todavía no tienen en el esquema de salud pública que tenemos.
Hablemos de salud mental, normalicemos las conversaciones sobre ella, exijamos mejor cobertura para todos los que la necesitan.