La calidad de vida se mide. Factores como el PIB eran fundamentales en las antiguas mediciones, pero ahora se observan ratios y factores que antes no se tenían en cuenta. Desde el acceso a la cultura, el tiempo de ocio o la salud del medio ambiente para la vida diaria de los ciudadanos cuentan como factores indispensables para poner nota a una sociedad.
Malas noticias… muy probablemente si nos medimos con estos parámetros estamos en retroceso.
Vamos peor en educación, eso está medido y repetido. La salud no avanza, se encarece. El tráfico, el ruido y la basura que arropa nuestros pueblos y ciudades han hecho que nuestra calidad de vida sea mucho menor que el grado de desarrollo económico alcanzado. Nuestro día a día es más difícil, más rudo. Peor.
El ruido y la basura son competencias municipales. Los ayuntamientos se ven incapaces de controlarlos. El tráfico no se arreglará con miles de millones de dólares a largo plazo, aunque el plan de transporte integrado sea atractivo, incluso necesario. Los candidatos municipales tendrán que comprometerse con mejores propuestas en 2024.