Marileidy Paulino consiguió ayer un oro más en una carrera deportiva que se vislumbra larga y potente. Un título Mundial en una carrera que dominó con contundencia y una técnica perfecta.
Llega el oro al país en un día gris y lluvioso por una tormenta que lo cubrió amenazando las vidas y propiedades de muchos de sus compatriotas. Llega ese triunfo como un símbolo de que de las adversidades se sale con esfuerzo y concentración.
La vida de esta magnífica atleta sabe de sacrificios y estrecheces y gracias a su propio carácter y a su dedicación cosecha momentos triunfales que alegran a todo un país.
La carrera deportiva de Marileidy Paulino ha sido, es, posible gracias al respaldo privado que recibe, a los apoyos y patrocinios que le permiten pensar solo en mejorar sus marcas, en recibir el apoyo técnico y profesional que una atleta de su nivel requiere. A esos esfuerzos privados también el país le debe el reconocimiento. Como pasa con las Reinas del Caribe, muchas niñas dominicanas pueden soñar hoy con lograr triunfos que eran inimaginables.