El clima empresarial dominicano debe andar de júbilo con el logro de la empresa César Iglesias de abrirse al público a través del mercado de capitales.
Tomó año y medio desde su anuncio, pero se consiguió ayer, cuando se dio el campanazo que puso en marcha el primer programa de emisiones de acciones de una empresa netamente en la República Dominicana.
Se preguntará la gente por qué es esto importante, pues entienda que una empresa que se abre a las acciones públicas, que no es otra cosa que admitir a cualquiera con capital disponible convertirse en dueño de una parte de la compañía, es un paso gigantesco, porque refleja que sus operaciones son impecables, que sus negocios son limpios y que su perspectiva de crecimiento está garantizada en el tiempo.
Una empresa que se hace “pública” abre sus libros al escrutinio y enfrenta una regulación más rígida que las que permanecen privadas, por lo que se requiere de mucha confianza y valor para poder lanzarse al ruedo, más si se es quien marca el paso en un mundo nuevo, que esperamos otras empresas emulen para que crezca sin parar.