La salida del jefe de la campaña electoral peledeísta, Francisco Javier García, trajo la cola de muchos rumores. Unos con más enjundia que otros, estos más objetivos o informados que aquellos, pero casi todos con la misma trastienda.
La alianza con la Fuerza del Pueblo es para muchos miembros de uno y otro partido la única posibilidad de ganar al PRM de Luis Abinader, objetivo común, al fin y al cabo.
De aquella “fábrica de presidentes” de la que presumía el PLD, quedan algunos. Francisco Javier García es uno de ellos, aunque nunca se ha lanzado ni en primarias, dedicado a dirigir campañas ganadoras. Seguidores de Abel Martínez le acusan en privado de estar aprovechando esta campaña para crear su propia estructura de cara al 2028. (Vamos, que no trabajaba todo lo necesario por Abel…)
Pero a menudo se nos olvida que antes de las elecciones generales hay que pasar por las municipales y ahí las alianzas son muy complicadas. Cada pueblo y cada ciudad tiene su alma, sus líderes propios y sus historias pasadas.
Ahí habrían nacido las desavenencias que terminaron con García fuera de este juego. Los que quieren alianzas en los pueblos con la FP para ganar terreno y sobre todo el ánimo al PRM de cara a las generales y los que no quieren ni oír hablar de una alianza con el partido de Leonel Fernández, el candidato con mayor tasa de rechazo pero ya encaramado a un 32 %, según las recientes encuestas.
Quedan meses por delante y muchas estrategias por definir. El PRM jugó en su momento a fortalecer a Leonel para lograr la división total del PLD y la jugada le salió bien. Ahora tiene que recoger esa apuesta y debilitar a la Fuerza del Pueblo.
La primera cita no son las generales…