En la capilla A de la Funeraria Blandino de esta ciudad de Santiago son velados desde el mediodía de este domingo los restos del afamado diseñador de modas Arcadio Abraham Díaz Domínguez, quien falleció a los 70 años de edad.
Sufrió un paro cardíaco en el dispensario médico del aeropuerto de Las Américas durante la mañana del pasado sábado 23 de abril. Viajaba desde Venezuela hacia Miami y en una escala del vuelo a su país natal (República Dominicana) murió.
Arcadio buscaba tratamiento para su enfermedad diagnosticada hace años, una leucemia linfoide crónica. Para eso viajaba acompañado de su hijo mayor Abraham, quien habló con este medio y ofreció detalles del suceso.
Explicó que este lunes su padre iba a practicarse unos exámenes médicos en Miami, para ver la posibilidad de que se le practicara más adelante un trasplante de médula ósea.
«Mi papá hace un año tuvo una recaída de leucemia crónica, tuvo tratamiento y en diciembre mejoró, pero desde hace un mes para acá ya tenía un mal pronóstico, un linfoma, le iban a hacer un chequeo para ver si podía recibir un trasplante de médula. Nos dirigíamos desde Caracas y a Miami al llegar aquí (R.D.), empezó a sentirse mal y tuvo un paro.»
En Miami le esperaba para acompañarle en los tratamientos que recibiría, Jenny Montoro su exesposa, con quien convivió durante unos 35 años y procrearon tres hijos: Abraham, Jenni y Bárbara. Al hablar entre lágrimas y sollozos, la señora dijo «Arcadio fue un gran ser humano, el mejor padre del mundo, fue una cadena que en el día a día fue construyendo con mucho esfuerzo, trabajo y dedicación».
Agregó Montoro, que «no fue una sorpresa, él ya sufría de esto desde el 2000, cuando le diagnosticaron leucemia linfoide crónica, y poco a poco aunque se le hicieron las quimioterapias, aquí como en Venezuela y Miami, se fue empeorando cada vez más, porque esa enfermedad como que iba avanzando».
Colegas del mundo de la moda estuvieron presentes en el velatorio y lo definieron como un momento de mucha tristeza nacional e internacional.
Leonel Lirio, diseñador de moda, dijo: «La partida de Arcadio Díaz es un momento de mucha tristeza, no solamente para el mundo de la moda nacional, sino para todo el país porque él era de trascendencia nacional e internacional, terminamos como grandes amigos, tenía un acabado perfecto de sus prendas y, sobre todo, fue un gran innovador. Su condición humana y sencillez lo van a distinguir por siempre».
Socrates Mackinny expreso: «Despedir uno de los grandes la moda, un maestro también, es un trauma que siempre duele, su legado seguirá y los maestros saben enseñar, harán que esta marca Arcadio Díaz siga viviendo por muchos años, es el rey de las guayaberas, las chacabanas, pero su legado más grande fue haber compartido su labor con una humildad y don de gente».
Isabel Reynoso, presidenta del Instituto de la Moda República Dominicana, expreso que fue «un gran diseñador, un gran creativo, su legado vivirá en todas las tiendas del mundo, su humildad y afabilidad, con todos sus colegas, venimos a solidarizarnos con sus familiares».
Andrés Lora, compañero de trabajo de Arcadio destacó que «un ser maravilloso, perfeccionista y dedicado a hacer lo mejor siempre, un luchador, sencillo y sincero».
El rey de las guayaberas (chacabanas)
El diseño e innovación que le dio a la famosa prenda de vestir conocida como Guayabera por su origen en Cuba, le dio a Arcadio la fama de ser «el rey de las guayaberas», al impregnar nuevos colores y diseños a las chacabanas. Fue el responsable de que esa prenda, usada tradicionalmente sólo por hombres, fuera adaptada a su uso por las mujeres, con unos estilos modernos.
Origen santiaguero
Arcadio Díaz nació en Gurabo, sector de la parte norte de esta ciudad, pero por capacitarse en su área de la moda y por oportunidad de trabajo emigró a la ciudad de New York en 1980, luego vivió en Venezuela otro tiempo de su vida, donde conoció a su exesposa Jenny Montoro.
Arcadio Díaz será sepultado este lunes a las 11:00 de la mañana en el cementerio privado Fuente de Luz, ubicado en la Avenida Circunvalación Norte, kilómetro 2 1/2, de esta ciudad de Santiago.