La luz azul es un tipo de luz visible que emiten las pantallas, las luces LED y el Sol. Es la parte más peligrosa del espectro visible y representa aproximadamente el 25% de la luz blanca. La luz azul se divide en dos tipos, cada uno con diferentes efectos sobre el sistema visual.
La luz azul-turquesa es importante para la regulación del ritmo circadiano del cuerpo, pero la exposición a ella justo antes de dormir puede inhibir la producción de melatonina, lo que puede causar insomnio.
La luz azul-violeta es la más cercana a la luz ultravioleta en el espectro electromagnético y puede causar fatiga visual y estrés en los ojos después de pasar largas horas frente a las pantallas. Los síntomas incluyen cansancio ocular, sequedad, ojos rojos y disminución de la frecuencia de parpadeo.
Para reducir los efectos negativos de la luz azul en tus ojos, existen diferentes opciones como lentes con tratamiento antirreflejante, filtros para pantallas y lentes de contacto con filtros selectivos de luz azul. Además, se recomienda reducir el tiempo de uso de las pantallas y seguir la regla del 20/20/20, que consiste en hacer un descanso de 20 segundos cada 20 minutos mirando a una distancia mínima de 6 metros.
También es importante no acercarse demasiado a la fuente de luz para reducir la cantidad de luz azul recibida por los ojos.