El rey Carlos III y su familia asistieron este domingo al tradicional servicio religioso de Navidad en la capilla de María Magdalena, en Sandringham, sureste de Inglaterra, donde saludaron a una multitud congregada fuera del templo.
Esta es la primera vez desde 2019 que la familia real pasa la Navidad en la residencia de Sandringham, ya que en los últimos dos años se vio interrumpida esta tradición a causa de la pandemia.
Carlos III, de 74 años, y la reina consorte, Camila, de 75, hicieron el breve recorrido entre la mansión de Sandringham y la capilla, junto con los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, y los tres hijos de éstos, Jorge, Carlota y Luis.
También fueron a misa otros miembros de la familia, entre ellos los condes de Wessex, Eduardo y Sofía, pero los grandes ausentes han sido los duques de Sussex, Enrique y Meghan, que viven en Estados Unidos y mantienen una relación tensa con la Casa Real.
Los duques de Sussex se apartaron de la Casa Real a principios de 2020 y criticaron a la familia por no haber recibido bien a Meghan Markle, actriz estadounidense.
En los últimos dos años, reina Isabel II había pasado la Navidad en el castillo de Windsor, debido a la covid-19, antes de su fallecimiento el pasado 8 de septiembre en el castillo escocés de Balmoral.
Según medios locales, la familia real disfrutará del tradicional pavo como almuerzo antes de mirar la televisión para escuchar por la tarde el primer mensaje de Navidad de Carlos III como rey.