El actor Will Smith y la «drag-queen» televisiva RuPaul son algunos de los nombres célebres que intentar salvar «Ain’t No Mo», una comedia de Broadway sobre el racismo en EE.UU. abocada a cerrar el próximo domingo, apenas dos semanas después de su estreno.
Su protagonista y dramaturgo, Jordan E. Cooper, publicó una carta pidiendo ayuda para evitar el «desahucio» de la obra, que ha recibido buenas críticas, y defendiendo que «los trabajos radicalmente negros también tienen su lugar en Broadway«, y este martes ya empiezan a verse los resultados.
La actriz Lena Waithe, una de sus coproductoras, dará este martes una charla; RuPaul dará un espectáculo especial el jueves y la pareja formada por Will Smith y Jada Pinkett Smith han comprado una de las funciones de esta semana para «darle su apoyo», según un comunicado de sus representantes.
La obra responde a la pregunta «¿Qué pasaría si el Gobierno de EE.UU. intentara resolver el racismo… ofreciendo a los estadounidenses negros un viaje de ida a África?» y está coproducida por potentes nombres, desde la empresa BET (Black Entertainment Television) hasta el jugador de baloncesto Dwyane Wade.
«Ain’t No Mo» es un ejemplo de la diversidad que se abre paso en la comunidad teatral de Nueva York, pero no escapa a las dificultades del sector que también han afectado a otra aclamada pieza con la población negra como tema central, «A Strange Loop», el musical que arrasó este año los premios Tony y que cerrará en enero.
La lista de obras que han cerrado en Broadway o planean hacerlo pronto es cada vez más larga, con títulos veteranos como «El fantasma de la ópera» y «Stomp» y otros más recientes y de éxito, como «Dear Evan Hansen» y «Come From Away», en buena parte por los cambios posteriores a la pandemia.
Nueva York apagó las luces de Broadway en marzo de 2020 a consecuencia de las restricciones para contener los contagios de covid-19, y el sector permaneció paralizado hasta septiembre de 2021, cuando se reactivó con muchas limitaciones, que fue aflojando poco a poco.
El público no se reincorporó rápidamente a los teatros, ya que el turismo todavía no arrancaba por los obstáculos al viaje internacional, y una vez restablecida la normalidad en 2022 la afluencia y, por consiguiente, el volumen de negocio no ha vuelto a los niveles prepandemia.