El estrés de la vida cotidiana puede afectarnos todos los días a través del desgaste. Cuando no puedes dejar de pensar en algo que parece abrumador, existen algunas técnicas que pueden ayudarte a calmarte, sobre todo después de un día completamente agotador ¡Toma nota!
Mira un punto fijo: la vista es uno de los principales sentidos que tenemos. A la hora de pensar, necesitamos movimientos oculares para hacerlo. Fijar la mirada en un punto u objeto anula el hilo de pensamiento que tenemos. Las ilusiones ópticas también pueden ayudar a distraerte.
Escucha ruido blanco: Hazlo fuerte, a buen volúmen. Este tipo de sonido relaja el sistema nervioso y el estado de alerta que experimenta el cuerpo cuando hay estrés o cualquier tipo de emoción negativa.
Medita: además del yoga y la terapia de relajación, es una buena alternativa para detener la mente cuando se descarrila demasiado. Cuando relajas tu cuerpo, tu mente se vuelve inquieta y viceversa.
Toma un baño caliente: el agua tiene propiedades que otros elementos no tienen, permitiendo que las ideas fluyan mejor.
Escucha música: relaja, te permite escuchar mejor tus pensamientos y no deja que te sientas abrumado ni por un momento. Melodías tranquilas y alegres son las mejores opciones para tu salud mental.