Antes del humo blanco en la selección de la procuradora, hubo disensiones importantes. Conseguir la unanimidad fue tarea ímproba porque un sector importante del Partido Revolucionario Moderno estaba cerrado a cal y canto. Yeni Berenice no le merece confianza o hay quejas pendientes de atención.
Hablando, la gente se entiende. Lo dice un refrán. Menos mal que algunos de los insistentes negociadores hablaban el dialecto de Gurabo.