A largo plazo, el precio del oro solo sube. Controlado a USD $35/oz hasta la disolución del Acuerdo Bretton Woods, su precio saltó a $160/oz en 1975 por la crisis petrolera, aumentando hasta US$600 en 1980 para luego redescender y estabilizarse. Para 2010 retoma el alza superando los $1,000/oz, alcanzando los $2,000/oz en 2023. Actualmente se cotiza a USD$2,882/oz. Típicamente protege ante la inflación y cualquier devaluación del dólar por lo que su precio aumenta ante choques de oferta e inestabilidades financieras y políticas.
Desde la reapertura de las operaciones de Barrick Dominicana el oro se ha convertido en una exportación central del país, aportando ingresos por US$17,000.0 millones, equivalente a 30 % de las exportaciones nacionales o el 13.3 % de las exportaciones totales entre 2013-2024.
Al exportarlo todo, las reservas en oro dominicanas han permanecido estáticas en 0.6 toneladas, menos que Honduras (0.7 toneladas) y Haití (1.81 toneladas). Entretanto, los bancos centrales de Turquía, China, India, Rusia, Arabia Saudita y México todos han más que duplicado sus tenencias. Desde 2022, los bancos centrales, los principales compradores de oro, han demandado más de 1,000 toneladas/año. El mayor comprador en 2024 fue Polonia, cuyo oro (448 toneladas) ahora representa el 20 % de su portafolio de reservas internacionales.
¿Por qué R.D. está exportando todo su oro?
Entre 2014-2024 la deuda externa dominicana se ha triplicado. Expresado en onzas de oro, esto solo implicaba una duplicación. En 2014 planteamos al BCRD atesorar una proporción de lo producido para aumentar las reservas nacionales (recibir oro físico refinado como pago). Este sacrificio podía compensarse mediante el uso de dos instrumentos financieros: los préstamos colaterizados por oro y los swaps.
Los préstamos avalados por oro cobran una tasa Gold Forward o GOFO (tasa de préstamo de oro (gold lease) – LIBOR o una tasa de referencia). Esto reduce el costo del endeudamiento externo al estar respaldados por un activo fijo valioso y mercadeable en caso de necesidad.
Los swaps, o contratos de ventas con recompra a precio y plazo preestablecido de oro por dólares, aplican la tasa ‘gold lease’. Esto permite ‘alquilar’ el oro y recobrarlo a un precio predeterminado, generando una ganancia. Ambas tasas no son públicas desde 2015, pero el mercado opera entre grandes compradores y vendedores. Italia y Australia pertenecen a la docena de bancos centrales que utilizan los swaps activamente.
Estimamos que si el país hubiese optado conservadoramente por recibir un 10% de la producción en forma física durante 2013-2024, habría sacrificado US$ 1,672.3 millones en ingresos, pero tendría 1.13 millones de onzas adicionales en reservas que, al precio actual, representarían un valor de US$3,269 millones. Esto implicaba una ganancia de US$1,597 millones a favor de las Reservas Internacionales o un 8% de aumento de las RIN, sin contar el ahorro en intereses por endeudamiento externo ni ganancias por swaps.
Esta estrategia hubiera también fungido como Fondo de Riqueza Soberana. Mientras los fondos de Noruega y Arabia Saudita redituaron tasas anualizadas de 6.34 % entre 1998-2024 y 8.27 % entre 2017-2024; y el Fondo TEMASEK de Singapur retribuyó un 7.0 % entre 2004-2024. Las inversiones en oro durante periodos similares habrían redituado tasas anualizadas mayores de 8.4 %, 9.7 % y 9.3 % respectivamente, más de dos puntos porcentuales de rendimiento anual adicional para los periodos más largos.
Es evidente que poseer oro también favorecería nuestras calificaciones internacionales. ¿Que esperamos?