La visita de Marco Rubio, secretario de Estado del gobierno de Estados Unidos, fue muy provechosa. Dejó en claro varias cosas, pero las dos, a mi juicio, más importantes fueron: el gobierno norteamericano no solicitará al gobierno dominicano aceptar en su territorio nacionales haitianos expulsados de Estados Unidos por causa de la nueva política migratoria impulsada por el presidente Donald Trump. Lo siguiente es que el secretario Rubio expresó con meridiana claridad que para la administración norteamericana el nuestro es un país amigo y seguro.
La expresión “amigo y seguro”, pronunciada por el jefe de la política exterior norteamericana, da a entender que la República Dominicana tiene una buena relación con los Estados Unidos basada en intereses mutuos, cooperación y alineación en términos políticos, económicos y estratégicos. Y esto, a su vez, lleva un mensaje, o la intención, si se quiere, de fortalecer la confianza en nuestro país para atraer inversiones o reforzar acuerdos ya existentes entre Estados Unidos y República Dominicana.
Otros asuntos no menos importantes que los anteriores son que Estados Unidos va a seguir apoyando económicamente la misión militar multinacional que opera en Haití, con poco éxito hasta el momento, pero ahora reforzada con soldados salvadoreños y otro grupo que llegará desde Kenia. El propio secretario Rubio informó haber autorizado unos 47 millones de dólares para esos fines. Dejó muy claro que lo primero es pacificar Haití y “acabar con esa situación, y en este momento la única opción es la misión de Kenia que existe.” Dijo que luego hay que conseguir atraer industrias que se instalen en ese país y generen empleos.
Esa decisión anunciada por Rubio nos da un respiro, ya que inicialmente el presidente Trump hizo un anuncio de que se retiraba del fondo de apoyo a Haití que maneja Naciones Unidas y al cual los países que se comprometieron a aportar no lo han hecho. Y ciertamente se ha concretado ese retiro, pero continúa la colaboración directa para eliminar las pandillas haitianas.
También fue interesante conocer lo que piensa el gobierno norteamericano sobre las tierras raras, un material muy importante que Estados Unidos necesita en el hemisferio occidental, ya que China y otros países asiáticos tienen este material en su territorio.
Aquí se han estado haciendo perforaciones por contrato con el ejército de Estados Unidos para localizar las tierras raras. El presidente Luis Abinader informó en la rueda de prensa junto a Rubio que ya se tienen ubicadas 100 toneladas brutas de ese material y que en los próximos dos o tres meses dará a conocer los resultados de los trabajos que se están haciendo.
Las tierras raras son importantes para la transición hacia las tecnologías más sostenibles, como los vehículos eléctricos y las energías renovables, lo que ha aumentado su demanda en los últimos años. Estas tierras, aunque se encuentran en varias partes del mundo, tienen como principales productores a China, Estados Unidos, Australia y Rusia. Pero China, principalmente, domina la producción y suministro global, lo que ha preocupado a Estados Unidos, que no quiere depender de ese país para acceder a esos materiales críticos.
Según la IA, las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos que incluyen 15 lantánidos, además del escandio y el itrio, esenciales en diversas aplicaciones tecnológicas debido a sus propiedades únicas, que permiten su uso en la fabricación de imanes, baterías, pantallas, catalizadores y otros dispositivos electrónicos.
Marco Rubio también enfatizó en el fortalecimiento de la producción de energía para suministrar a Puerto Rico, un proyecto donde Estados Unidos está apoyándonos, igualmente en la expansión de la industria de los semiconductores, que es también un sector clave en la tecnología médica, donde estamos avanzando.
Marco Rubio se ocupó de resaltar que, en materia de seguridad, la República Dominicana ha demostrado ser un aliado estratégico en la región y puso como ejemplo la implementación de un plan integral para fortalecer el control migratorio y combatir las estructuras criminales.
Es decir, que la visita del alto funcionario estadounidense fue provechosa para el país y echó por el suelo las predicciones de aves agoreras que decían que venía a imponernos la voluntad de Trump sobre temas como la inmigración haitiana y otros de la misma índole.
En cuanto al gobierno del presidente Abinader, considero que salió robustecido ante la nueva administración que ahora gobierna al poderoso país del norte, acostumbrado a imponer condiciones para que se cumplan sus deseos.