El ajetreo de la vida moderna, combinado con las constantes demandas emocionales, puede dejarnos exhaustos, tanto física como mentalmente. El agotamiento emocional, esa sensación de estar constantemente al límite, se ha vuelto una realidad para muchos.
Según la doctora Jolene Hanson, asistente social, psiquiatra y psicóloga del Sistema de Salud de Mayo Clinic en Mankato, Minnesota, el estrés relacionado con factores como las presiones económicas, el cuidado de familiares, el duelo y enfermedades crónicas pueden intensificar esta sensación de agotamiento.
Ante esto, surge la pregunta: ¿cómo podemos recuperar el equilibrio emocional y afrontar el día a día con mayor bienestar?
Agotamiento emocional: ¿qué es y cómo reconocerlo?
Si alguna vez has sentido que no puedes más, que cada día es una lucha sin fin, es probable que estés experimentando agotamiento emocional. Este fenómeno ocurre cuando el estrés causado por eventos adversos o desafiantes en la vida se acumula con el tiempo.
La doctora Hanson señala que el agotamiento emocional no se desarrolla de la noche a la mañana; es un proceso gradual que involucra síntomas tanto emocionales como físicos, que afectan nuestro rendimiento general.
Entre los síntomas emocionales más comunes se encuentran la ansiedad, la apatía, la depresión, la sensación de desesperanza, la irritabilidad, la falta de motivación y el pensamiento negativo.
En el plano físico, las personas pueden experimentar fatiga, dolores de cabeza, insomnio, pérdida de apetito y tensión muscular. Además, los síntomas de rendimiento incluyen dificultades para completar tareas cotidianas, incumplimiento de plazos, aislamiento social y menor productividad en el trabajo.
Estrategias para superarlo
El primer paso para combatir el agotamiento emocional es identificar y reducir los factores de estrés que podemos controlar. Sin embargo, no siempre podemos cambiar las circunstancias que nos agobian. Ante lo incontrolable, el consejo de la doctora Hanson es centrarse en el momento presente.
En lugar de pensar en lo negativo, podemos enfocarnos en los pequeños eventos neutrales o positivos que nos rodean. Esto no solo proporciona una nueva perspectiva, sino que también disminuye la cantidad de hormonas del estrés liberadas en el cuerpo, lo cual nos ayuda a sentirnos más equilibrados emocionalmente.
Existen varias estrategias adicionales que pueden aliviar el agotamiento emocional:
- Mantén una dieta saludable y equilibrada. Comer bien es esencial para nuestro bienestar general. Una dieta rica en nutrientes ayuda a mantener la energía durante el día y favorece un estado emocional más estable.
- Minimiza el estrés cuando sea posible. Si bien estar informado es importante, la sobreexposición a noticias negativas puede alimentar nuestros miedos y ansiedades. Limitar el tiempo que dedicamos a las noticias, especialmente en tiempos difíciles, puede ser un alivio.
- Haz ejercicio regularmente. Aunque parezca contradictorio, hacer ejercicio físico aumenta nuestros niveles de energía. La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana para mejorar nuestra salud mental y física.
- Desafía los pensamientos negativos. Identificar y cuestionar los pensamientos inútiles, reemplazándolos con pensamientos más equilibrados y realistas, es un paso crucial. Asegúrate de dedicar tiempo a actividades que disfrutes, como escuchar música o cocinar una comida saludable, para reducir el estrés y recuperar el bienestar.
- Conéctate con lo que te importa. Enfocarse en las actividades y relaciones que nos brindan satisfacción personal puede ayudarnos a reconectar con nuestra energía vital y a encontrar significado incluso en los momentos difíciles.