Desde hace meses, el presidente Luis Abinader ha enfrentado la misma pregunta y sus respuestas del lunes en LA Semanal con la Prensa dejaron entrever que preferiría no oírla más.
Esta vez dijo que “pronto”, pero qué tanto si uno toma en consideración que nada le impide al mandatario hacer movimientos cuando él entienda prudente.
Las pretensiones presidenciales de algunos podrían justificar o motivar movimientos, pues se entiende que las prioridades de ciertos funcionarios están más orientadas hacia intereses personales que de los de un gobierno que apenas tiene cinco meses de haber sido reelecto.
Pero los presuntos casos de corrupción de algunos funcionarios salieron a relucir en el careo de Abinader con los periodistas. “Cualquier acto de corrupción o cualquier denuncia, siempre va la Dirección de Ética (e Integridad Gubernamental) y si encuentra méritos, siempre puede ir Ministerio Público”, respondió el mandatario a una pregunta.
Para eso está el ministerio público y la Procuraduría Especializada en la Prevención de la Corrupción Administrativa, ¿o no?.
Toca esperar si los cambios serán ahora o para el 27 de febrero.