Hace poco menos de dos semanas, el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, advirtió a sus colegas congresistas, que el organismo contaba con un nuevo reglamento con el que podía sancionar a aquellos que no asistieran regularmente a su trabajo como legisladores.
No obstante, en la legislatura que terminó el pasado 12 de enero, en la que se realizaron 41 sesiones, las ausencias no justificadas se encuentran a la orden del día, pero sin ninguna de las consecuencias que establece el reglamento en casos de faltas injustificadas o excusas constantes.
Un reporte publicado este lunes en Diario Libre indica que solo el 14 % de los legisladores mantuvo asistencia perfecta a la primera legislatura que culminó la semana pasada.
Esos diputados que no tienen tiempo para cumplir con sus funciones, simple y llanamente deberían de ser removidos de la posición.
Con todos los pendientes en el Congreso, y los pingües beneficios de los que gozan los representantes, es una burla al pueblo, que con sus impuestos paga sus salarios y hasta exoneraciones, que ni siquiera cumplan con asistir.