Las reacciones de distintos sectores económicos y de la ciudadanía lograron influir en los promotores del proyecto de Ley de Modernización Fiscal presentado por el Gobierno hace unos diez días. La apertura mostrada por varios funcionarios, incluido el presidente Luis Abinader, ante la posibilidad de introducir modificaciones al plan original, es una señal positiva de flexibilidad y disposición al diálogo.
Ayer, sin mucha promoción previa, se iniciaron las vistas públicas sobre la reforma fiscal, permitiendo que representantes de sectores como la industria, el turismo, la construcción, y el de bebidas alcohólicas y no alcohólicas, expresen sus preocupaciones sobre los nuevos impuestos previstos. Este espacio de participación es crucial para identificar los puntos de mayor controversia y buscar soluciones viables.
En su intervención en LA Semanal del lunes, el presidente destacó que en el pasado su gobierno ha sabido retractarse de propuestas que no contaron con el apoyo de la población, y ha buscado soluciones alternativas. Esa misma actitud será esencial para avanzar con esta reforma.