La exhortación de los líderes del Congreso dominicano a respetar a la oposición, a pesar de la abrumadora mayoría del PRM, es un gesto loable que merece atención.
Esta actitud refleja una madurez política necesaria para el fortalecimiento de la democracia en la República Dominicana.
La democracia no se trata solo de la regla de la mayoría, sino también del respeto a las minorías y la búsqueda de consensos.
El llamado a no “aplastar” a la oposición reconoce el valor del pluralismo político y la importancia de diversas voces en el debate legislativo.
Sin embargo, este discurso debe traducirse en acciones concretas. El verdadero desafío será mantener este espíritu de respeto y colaboración en el día a día legislativo, especialmente en temas controvertidos o cuando surjan diferencias ideológicas significativas.
Es crucial que esta iniciativa no se quede en mera retórica, sino que se refleje en una práctica legislativa inclusiva y respetuosa.
Solo así se podrá construir un Congreso que verdaderamente represente y sirva a todos los dominicanos, fortaleciendo la confianza en las instituciones democráticas del país mediante la práctica de dar el ejemplo.