Las autoridades venezolanas han respondido retirando a su personal diplomático de la República Dominicana y de otros países que solicitaron al gobierno de Nicolás Maduro transparencia en los resultados de las elecciones presidenciales del domingo.
No se pidió más que lo que exige la democracia: claridad en el proceso electoral. Por ello, la decisión del presidente Luis Abinader de tomar una medida recíproca con Maduro es correcta y necesaria. Venezuela ha optado por el aislamiento en lugar de integrarse a la comunidad internacional, eligiendo un sistema antidemocrático e ineficiente que lentamente ha convertido al país en una nueva Cuba.
Es lamentable ver cómo un país con los recursos naturales de Venezuela se hunde en un sistema que distribuye pobreza en lugar de riqueza. El llamado justo es a contar los votos de los venezolanos de manera clara, tal como lo pidieron la República Dominicana junto con los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
Transparencia, eso es todo lo que se le pide al señor Nicolás Maduro.