El nuevo gobierno izquierdista de Reino Unido dijo el domingo que el país está “arruinado y roto”, y atribuyó la situación a sus predecesores antes de un importante discurso sobre el estado de las finanzas públicas, que se espera prepare el terreno para una subida de impuestos.
En un análisis global tres semanas después de asumir el poder, la oficina del primer ministro, Keir Starmer, expresó su consternación por la situación que han encontrado tras 14 años de gobiernos del Partido Conservador, y publicó un estudio por departamentos sobre los fallos que consideran cometió el gobierno anterior.
La crítica se conocía el día antes de que la jefa del Tesoro, Rachel Rreeves, detallara un déficit público de 20,000 millones de libras (26,000 millones de dólares) durante un discurso ante la Cámara de los Comunes.
“No tendremos miedo de ser sinceros con el público sobre la realidad de lo que hemos heredado”, dijo en un comunicado Pat McFadden, miembro destacado del nuevo gobierno. “Ponemos fin a las falsas promesas que han tenido que aguantar los británicos y haremos lo que haga falta para reparar a Reino Unido”.
El Partido Laborista de Starmer ganó por goleada las elecciones de este mes tras una campaña en la que los críticos acusaron a ambos partidos de mantener una “conspiración de silencio” sobre la escala de los desafíos financieros que enfrentaba el siguiente ejecutivo.
Los laboristas prometieron durante la campaña que no subirían los impuestos a los “trabajadores” y afirmaron que sus políticas traerían un crecimiento económico más rápido y generarían los ingresos adicionales necesarios para el gobierno. Los conservadores, por su parte, prometieron más rebajas fiscales en otoño si se mantenían en el poder.
Como prueba de que el gobierno anterior no había sido sincero sobre los desafíos que enfrentaba el país, la oficina de Starmer mencionó comentarios recientes del exjefe del Tesoro Jeremy Hunt que confirmaban que no habría podido reducir los impuestos este año si los conservadores hubieran sido reelegidos.
Esas declaraciones se hicieron en una entrevista con la BBC en la que Hunt también acusó al laborismo de exagerar la situación para justificar una subida de impuestos ahora que han ganado las elecciones.
“El motivo por el que estamos recibiendo toda esta versión sobre esta terrible herencia económica es porque el laborismo quiere subir los impuestos”, dijo Hunt el 21 de julio. “Si querían subir impuestos, todos los números eran cristalinos antes de las elecciones (…) Deberían haber sido sinceros con la población británica”.
El rey presenta el programa laborista, con la reactivación de la economía británica como prioridad
La auditoría de gastos
El gobierno publicó el domingo una visión general de la auditoría de gastos encargada por Reeves poco después de asumir el cargo. La secretaria presentará el informe completo al Parlamento el lunes.
Esos hallazgos llevaron al nuevo gobierno a acusar a los conservadores de hacer promesas significativas de financiamiento para este año fiscal “sin saber de dónde vendría el dinero”.
El Ejército, señaló, fue “vaciado” en un momento de crecientes amenazas globales, mientras que el Servicio Nacional de Salud estaba “roto” y unos 7.6 millones de personas esperaban a recibir tratamiento.
Y pese a los miles de millones gastados para alojar migrantes y combatir a las pandillas criminales que llevan migrantes al otro lado del Canal de la Mancha en peligrosas lanchas hinchables, el número de personas que hacen el cruce sigue creciendo, dijo Starmer. Unas 15,832 personas han cruzado el canal en pequeños botes este año, un 9 % más que en el mismo periodo de 2023.
“El análisis mostrará que Reino Unido está arruinado y roto, mostrando el desastre que ha creado la política populista en la economía y los servicios públicos”, dijo la oficina del primer ministro en un comunicado.
La posición en la que se encuentra el gobierno no es una sorpresa, dijo Paul Johnson, director del Institute for Fiscal Studies, un centro de estudios independientes centrado en la política económica británica.
Cuando comenzó la campaña electoral, el instituto dijo que Reino Unido estaba “en una peligrosa posición fiscal” y que el próximo gobierno tendría que subir impuestos, o bien recortar el gasto o relajar las normas sobre endeudamiento público.
“Si un partido llegara al poder y después declarase que las cosas son ‘peor de lo esperado’ sería profundamente deshonesto”, dijo el IFS el 25 de mayo. “El próximo gobierno no necesita asumir el puesto para ‘abrir las cuentas’. Esas cuentas se publican de forma transparente y están disponibles para consulta de todos”.