«La Monstrua: lamentaciones de la mujer Barbuda» se estrenó con aplausos de pie.
La actriz y presentadora Sabrina Gómez se lució en el unipersonal en la primera función de este jueves en la Sala Ravelo del Teatro Nacional y que continúa este fin de semana a las 8:30 p.m. y domingos, 6:30 p.m.
El montaje, de la producción teatral de Primera Memoria Producciones, es el resultado de una exhaustiva investigación sobre los fenómenos circenses de principios del siglo XX y, dentro de este contexto, sobre las situaciones de horror que vivían algunas personas nacidas con condiciones físicas inusuales.
Fuerza teatral
Una escenografía triste, sombría, con el mobiliario forrado de telas como señal de abandono y del paso del tiempo, puso a los espectadores de la Sala Ravelo en completa atención desde antes de iniciar la obra.
En casi oscuridad (a propósito), y luego con luces rojas, como si iniciara una función de circo, Sabrina Gómez salió a escena cubierta hasta la cabeza de negro cual si fuera una bestia guiada por su domador, un misterioso hombre de sombrero negro a quien «La Monstrua» le confío su vida y su amor, e interpretado por el excelente actor Miguel Lendor (Papachín).
Entre ellos se produjo una especie de performance coreográfico que no era más que un duelo entre aferrarse al que le hizo daño y escapar.
Poco tiempo después, Sabrina, se deja ver como La Monstrua, una mujer barbuda de pies a cabeza, quien vivía como atracción de circo.
Sin todavía soltar la primera palabra, ya su actuación había hablado mostrando la tristeza, el odio y la locura.
-Ya me han asesinado tantas veces que me toca a mí contar mi historia– soltó en un momento de risa exagerada. Y poco a poco, su personaje se iba desprendiendo de esa capa para quedar expuesta ante la vulnerabilidad.
En un espacio de una hora, Gómez, haciendo uso de los contados recursos estéticos (un marco sin espejo, maniquís, telas), ella se desdobla (literalmente) en escena. Se tumba al piso y llora como La Monstrua.
«Nací en un cuerpo que no encajaba en ningún lugar«, expresó en otro parlamento.
Mientras el unipersonal se desarrolla a partir de lo que narra, la pieza va dejando preguntas y comparando a las personas ‘raras’ y extrañas’ como fenómenos de circo y critica el modelo de sociedad creado a partir del morbo, lo grotesco, del «pan y circo«.
La dramaturgia toca brevemente el sentir ante las injusticias, las violaciones, la desigualdad y el maltrato hacia muchas mujeres. También, el texto se enfila en contra del modelo social y político machista y poco inclusivo.
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- «No olviden nunca que este circo lo hemos construido entre todos», finalizó Sabrina Gómez con gran fuerza interpretativa.
Pasadas las 9:40 de la noche el público se puso de pie y aplaudió a Sabrina Gómez y también a Papachín por su breve, y notable aparición.
El director Carlos Espinal, al entregarle las flores, expresó: «Quiero invitarles a que vengan a ver esta monstrua; es siempre un placer estar en nuestra Sala Ravelo, la más querida de toda la República Dominicana. Buenas noches».
- El monólogo, inspirado en la vida de Julia Pastrana, cuenta con la dirección del experimentado Carlos Espinal y la producción general de Marcos Malespín. Es la primera de una trilogía de monólogos producidos por Primera Memoria Producciones, bajo la dramaturgia de Carlos Espinal, que abordan este fenómeno.
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«A través de la historia de esta mujer que sufrió, viajando por el mundo y siendo exhibida y maltratada de manera inhumana, esta obra va más allá de una simple representación teatral«, dijo Carlos Espinal previo a la función.
Desarrollo del monólogo
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El monólogo tiene lugar después de la muerte de la protagonista, quien queda atrapada entre los recuerdos de una situación amorosa y de abusos que no puede, ni quiere, abandonar hasta que se haga justicia.
Su tormento interno se convierte en una metáfora del conflicto entre la esencia y la apariencia, un conflicto que se encuentra en el corazón mismo de la obra.
Espinal agregó: «La obra penetra en las profundidades de la condición humana, sus monstruosidades, y los laberintos invisibles de una belleza impuesta por una sociedad que oscurece todo aquello que se aparta de sus estándares».
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La Monstrua: Lamentaciones de la Mujer Barbuda es la cuarta colaboración entre Carlos Espinal y Sabrina Gómez, una actriz que ha demostrado su versatilidad en el drama y la comedia. Las boletas están a la venta en Uepa Tickets.
La obra invita a un cuestionamiento más profundo: ¿quiénes son los verdaderos monstruos? ¿Los que son exhibidos o los que miran sin cuestionarse?