A pesar de que cada niño se desarrolla de una forma diferente, especialmente durante los primeros cinco años de vida, nuestra responsabilidad como padres es mantenernos en alerta si notamos que el niño o niña no está alcanzando los indicadores del desarrollo a la edad que se espera.
Si usted ha observado que el comportamiento de su hijo es un poco atípico o fuera de lo común, basado en su experiencia con hermanos u otros miembros de la familia, es probable que sienta ansiedad y es totalmente válido, pero no entre en pánico y comuníquese con el pediatra para que le oriente al respecto.
Cabe destacar que no todas las inquietudes que preocupan a los padres indican que el resultado final sea un diagnóstico del Trastorno del espectro autista (TEA) o un problema del desarrollo, pero tomar medidas lo más pronto posible puede marcar una gran diferencia en el pronóstico y el desarrollo de tu hijo.
Mi consejo es que tomen nota de sus observaciones con fecha, hora y con qué frecuencia ocurre el comportamiento irregular.
Igualmente pueden hacer uso del vídeo para captar las situaciones que se presentan, el ambiente en el que suceden y documente toda la información que considere valiosa para compartirla con el pediatra del niño en las visitas periódicas.
¿Cuáles son los signos del espectro autista?
Los síntomas y signos del Trastorno del espectro autista (TEA) varían significativamente de una persona a otra. No existen dos personas con autismo que compartan la mismas características, fortalezas o debilidades dentro del espectro.
Algunos presentan signos leves que mejoran con las terapias y en ocasiones pasan desapercibidos, mientras que otros tienen síntomas graves que interfieren en su vida diaria.
Las conductas y signos del autismo se clasifican en las siguientes categorías:
1. Dificultades de comunicación e interacción social que afectan la capacidad de las personas dentro del espectro autista para comunicarse con los demás.
- Poco o ningún contacto visual y carece de expresión facial.
- Falta de respuesta al llamársele por su nombre, en este caso hay que descartar problemas de audición con un especialista.
- Indiferencia ante los padres o personas responsables de su cuidado.
- Se resiste al contacto físico como los abrazos.
- No parece entender preguntas o indicaciones simples.
- No señala objetos o cosas de interés.
- No expresa emociones ni sentimientos.
- Muestra dificultad para reconocer señales no verbales, como la interpretación de las expresiones faciales de otras personas, las posturas corporales o el tono de voz.
- No habla o tiene un retraso en el lenguaje.
- Repetir palabras o frases que han escuchado en otras personas, esto se denomina ecolalia.
- No mantiene ni sabe cómo iniciar una conversación.
- Prefiere jugar solo y aunque hayan niños alrededor, luce como desconectado.
2. Conductas inflexibles y repetitivas que muestran patrones de comportamientos que se caracterizan por la dificultad para adaptarse a los cambios.
- Se altera por cualquier cambio en la rutina.
- Realiza movimientos repetitivos como aletear con las manos, girar en círculos, caminar en puntas, saltar o balancearse.
- Tiene dificultad con la coordinación de su cuerpo con el espacio, es decir que choca con cualquier objeto o se cae fácilmente.
- Muestra sensibilidad a las luces brillante, los sonidos, la textura de la ropa, o puede ser indiferente a la temperatura o al dolor.
- Tiene intereses marcados en un tema u objeto en particular.
- Muestra preferencias por ciertos tipos de alimentos.
- Es poco consciente del peligro.
Pruebas para la detección del autismo
Hasta el momento, la única manera que existe para diagnosticar el autismo es basado en los antecedentes familiares, observaciones y controles del desarrollo del niño por parte de los médicos, padres y otros cuidadores con los que el niño interactúa regularmente.
Durante las consultas regulares, el pediatra hará preguntas de rutina sobre el lenguaje, movimientos, destrezas de pensamiento y comportamiento del niño; además puede pedírsele que complete un cuestionario como parte del proceso de las pruebas del desarrollo.
Por esta razón es muy importante que usted como padre tome un papel proactivo monitoreando a su hijo, documentando su comportamiento, destrezas y debilidades para que el proceso fluya sin contratiempo y en caso de necesitar una intervención temprana, se tomen las medidas necesarias de inmediato.