«Si amas lo que haces, nunca será un trabajo». Esta célebre frase de Confucio suena inspiradora, pero, seamos honestos, no siempre es así. ¿Quién no ha tenido días en los que se siente más atrapado que entusiasmado por su labor diaria?
Si este es tu caso, no te preocupes, ¡hay formas de cambiarlo! Robert Waldinger, psiquiatra, psicoanalista y director del Estudio de Desarrollo de Adultos de la Universidad de Harvard, tiene algunas respuestas.
Según Waldinger, la clave para transformar nuestra experiencia laboral y encontrar más satisfacción en el trabajo no se encuentra en la naturaleza de la tarea en sí, sino en las relaciones que construimos en ese entorno.
- A lo largo de años de investigaciones, y como director del estudio más largo jamás realizado sobre felicidad y bienestar en la vida de las personas, Waldinger concluye que las personas con las mejores relaciones no solo son más felices, sino que también viven más y disfrutan de una salud mejor.
Así que, ¿cómo mejorar tu experiencia diaria en el trabajo? Este profesor de Harvard sugiere que empieces tu jornada con unas simples, pero poderosas preguntas que te ayudarán a fomentar relaciones más enriquecedoras y, en consecuencia, a sentirte más pleno y conectado. Aquí van cinco preguntas clave para reflexionar antes de ir al trabajo:
1. ¿Con qué personas disfruto más en el trabajo y qué es lo que más valoro de ellas? ¿Las aprecio diariamente?
Pensar en las personas que más disfrutas tener cerca en la oficina no solo te recuerda lo que te gusta de tu entorno laboral, sino que también te invita a mostrar aprecio por esos compañeros. El agradecimiento diario, incluso de manera pequeña, puede fortalecer esos vínculos y crear una atmósfera de trabajo más positiva.
2. ¿Qué personas de trabajo son distintas a mí (piensan de manera diferente, provienen de otros entornos o experiencias) y qué puedo aprender de ellas?
Las diferencias son una fuente de enriquecimiento, y reconocerlas te invita a expandir tu perspectiva. Aprender de aquellos que tienen una forma distinta de ver el mundo no solo es fascinante, sino también esencial para crecer tanto profesional como personalmente.
3. Si tengo un conflicto con un compañero de trabajo, ¿qué puedo hacer para aliviarlo?
Los desacuerdos son inevitables, pero el enfoque es lo que marca la diferencia. Reflexionar sobre cómo puedes aliviar las tensiones y encontrar soluciones colaborativas no solo mejora el ambiente de trabajo, sino que también fortalece tus habilidades de resolución de conflictos y empatía.
4. ¿Qué tipo de conexiones echo de menos en el trabajo que me harían más feliz? ¿Qué puedo hacer para que surjan conexiones más ricas humanamente?
Las interacciones más profundas y auténticas son el corazón de las relaciones laborales satisfactorias. Si sientes que te falta ese tipo de conexión, pregúntate cómo puedes cultivarlas. Ya sea a través de más conversaciones informales o colaboraciones más cercanas, ese tipo de vínculos pueden transformar tu jornada laboral.
5. ¿Conozco realmente a mis compañeros de trabajo? ¿Hay alguien a quien me gustaría conocer mejor? ¿Cómo puedo romper esas barreras?
Las relaciones auténticas no surgen por arte de magia; requieren esfuerzo y tiempo. Reflexionar sobre a quién te gustaría conocer mejor te invita a dar el primer paso.
Ya sea que se trate de compartir un café o de colaborar en un proyecto, construir relaciones más cercanas es la clave para un ambiente de trabajo más saludable.
Por lo tanto, no subestimes el poder de las conexiones humanas, ya sea en el trabajo o fuera de él.
Como apunta Waldinger, «para cualquier persona, es fundamental contar con al menos una o dos relaciones de confianza y seguridad en la vida». Y si esas relaciones empiezan a florecer en el lugar de trabajo, entonces el día ya tiene una base sólida sobre la que construir felicidad y éxito.
¡Haz de estas preguntas parte de tu rutina diaria y verás cómo tu día laboral se transforma para mejor!