Esto ha sido un subibaja. Durante dos años luego de la pandemia la tasa de fondos federales de EE.UU. (equivalente a la tasa interbancaria en R.D.) cayó a un rango mínimo de 0.0-0.25 %, aumentando luego 500 puntos básicos entre 2022 y junio 2023 donde permaneció más de un año hasta que iniciaron las recientes rebajas. Desde septiembre 2024 la Reserva Federal ha realizado cuatro cortes de 25 puntos porcentuales retornando la tasa al rango de 4.25-4.50 %, equivalente a su nivel en febrero 2023.
Mas importantemente, la Reserva indicó que las reducciones de tasas previstas para el año 2025 serían dos, en lugar de tres, igual para 2026 y 2027. Esto refiere a la frecuencia de movimientos, aunque no necesariamente a la magnitud de las rebajas totales que pudieran ocurrir. Economistas comentan que se busca llegar a la tasa de 3.0 % considerada ‘neutral’ para la meta de inflación de 2.0 % de Estados Unidos. Esto sugiere aún menos rebajas en los próximos años.
También en noviembre 2024 el Banco de Inglaterra (BOE) y luego el Banco Central Europeo habían rebajado sus tasas indicándose una tendencia general hacia la rebaja de tasas que se prevé continuará con 4-5 recortes en este año hasta un nivel de 3.50 % en el BOE. Incluso el Banco Popular de China dijo que recortaría tasas “en el momento apropiado en 2025 colocando menos énfasis en las metas de crédito”.
¿Cuáles riesgos enfrentan las grandes economías en 2025?
La primera es inflación. Esto pudiera deberse a salarios crecientes. En el Reino Unido, la Tesorería autorizó un aumento del 5.5 % en los salarios públicos no relacionado a aumentos en productividad. Dado que los salarios privados suelen seguir tendencia, se espera un impacto inflacionario en 2025 según un investigador del London School of Economics. Esto pudiera inhibir las rebajas previstas.
En EE.UU., de realizarse las amenazas verbales arancelarias contra China, pudieran elevarse los precios de bienes importados hasta tanto la producción doméstica no las reemplace, idealmente a menor precio. Aunque el objetivo de esta medida busca el pleno empleo, una meta loable para el crecimiento y equilibrio social, también pudiera resultar inflacionaria al menos en el corto plazo. EEUU pudiera encontrarse ante una situación de mayor crecimiento y empleo con inflación, lo que requeriría elevar las tasas. China, todo lo contrario.
El segundo factor pudieran ser el precio de bienes como el petróleo, por razones geopolíticas, o de alimentos, por razones climáticas. El tercer factor por dilucidar son los déficits fiscales.
R.D. ha coincidido, e incluso adelantado, los movimientos de la Reserva Federal rebajando su tasa de 7.0 % en agosto 2023 a 5.75 % actualmente. Esto ha llevado el diferencial de tasas a solo 1.25 %, el menor nivel registrado en más de una década, posiblemente alimentando presiones devaluatorias.
Estando la economía dominicana presta a repetir su crecimiento de tendencia de 4.5 % estimado para 2025, podríamos enfrentar una situación favorable como nación pequeña en el sentido de que una guerra arancelaria entre potencias pudiera reducir el precio de bienes importados por sobreoferta internacional. Dado que la inflación subyacente luce haber entrado en su rango objetivo de manera duradera, quedaría velar por que la devaluación y el déficit fiscal no alteren este cuadro. Así, en R.D. tal vez no convenga, ni sea necesario, continuar a reducir la TPM durante el primer semestre de 2025.